Como en los viejos tiempos.
Jimin acariciaba los sedosos cabellos de Jungkook, quien inconsciente, yacía en una cama del hospital donde trabajaba Taehyung, ni cuando eran novios, se había atrevido a mirarlo tan fijamente como hasta ahora, con su mirada trazaba cada línea de sus facciones varoniles, quería recordarlo así, tan tranquilo. Le habían dado un tranquilizante para aminorar su dolor, tras haberle puesto el yeso a su brazo derecho.
Los sentimientos de Jimin estaban en conflicto con su cabeza, las barreras que había edificado a su alrededor para mantener alejado a Jungkook se vinieron abajo en el momento en que supo que su vida peligraba, y sobre todo, que lo había hecho por él, le había llenado el corazón de una dulce miel, el sentirse bien, amado por Jungkook, era algo nuevo para Jimin, tanto así, que por un lado ensalzaban fuego, pero por el otro lo asustaba.
—¿De verdad los sentimientos de Jungkook han cambiado hacia mí? ¿O solo quiere descargar en mí sus ansias masculinas? —este último terminó por herir su orgullo y descartar cualquier cambio en sus decisiones.
Jeon Jungkook ya no sería el centro de su vida.
El de cabellos largos se empezó a mover, inicio de que recobraba la conciencia, Jimin quitó su mano y salió del cuarto.
—Jungwon, Jungkook se está despertando —le informó y se empezó a retirar.
—Pero Jimin, ¿no esperarás a hablar con él?
—No, se encuentra en buenas manos, está Tae y estás tú, no me necesita.
—Creo que tú y yo sabemos que no es así, él te podría necesitar más que a nadie en el mundo.
—Por favor Jungwon, no es el momento... discúlpame —y salió del pabellón de los convalecientes.
En el pasillo se encontró a Taehyung recargado en la pared, llorando en silencio.
—Tae, ¿qué sucede? ¿Se trata de Yoongi?
—Su voz —le contestó entre sollozos—. Yoongi perdió su voz.
—¿Cómo es posible eso? —preguntó angustiado.
—Inhaló demasiado humo, y le lastimó las cuerdas vocales; los doctores le están haciendo estudios, para ver el grado de daño, y saber si será permanente.
—Ten fe, Tae, estaré contigo, verás que se va a recuperar pronto... y ¿Tzuyu?
—Está en un estado de shock, tiene quemaduras en las manos de tercer grado y también inhaló algo de humo... ya fue avisada su madre.
—¿Hay algo que no te cuadra? —preguntó intuyendo algo.
—No tengo pruebas, sería imprudente de mi parte hacer acusaciones sin ellas.
—¿A caso crees que Tzuyu tuvo que ver con el incendio?
—No lo sé, tal vez las quemaduras se las hizo al tratar de salir ella sola de algún camerino, o quizás no pudo avanzar con su silla de ruedas lo suficientemente rápido, y el fuego la alcanzó... quizás Yoongi sepa la verdad.
—¿No ha declarado?... digo, tal vez en forma escrita.
—No... Se puso como loco cuando trató de hablar y no pudo emitir sonido alguno, no sabes la desesperación que tuve de no poder ayudarlo, no pude hacer nada... ¡Nada!
Jimin abrazó a Tae, era un hecho que tampoco él podría hacer gran cosa.
—¿Ya hablaste con Jungkook? —le dijo separándose del abrazo, haciendo a un lado sus problemas para escuchar a los de los demás, típico de su persona.
—No, hace un instante comenzó a despertar.
—¿Y por qué no hablaste con él?
—¿Y qué le voy a decir? "Gracias por arriesgar tu vida a lo tonto, pero estoy bien, adiós".
—¿Y qué tal un besito de "bien hecho, amor mío"?
—¡Taehyung! Nunca te había escuchado hablar así —dijo sonrojándose al recordar el beso con Jungkook—. ¿Qué hicieron Yoongi y tú en tu departamento?
—Nada de lo que me pueda arrepentir —le contestó sonrojándose también —. ¿No me digas que no sentiste mariposas cuando Jungkook te besó?
—Ya te ha besado Yoongi, ¿no es así?
—Y toda esa persecución suya, ¿no te ha conmovido?
—Y los diálogos apasionados de la obra, ¿eran pura actuación o eran para ti?
—Dime, ¿cambió en algo que Jungkook te hubiera querido rescatar?
—Dime, ¿todavía lo amas? —dijeron los dos al mismo tiempo, hubo un gran silencio y las dos tuvieron que taparse la boca para contener la risa.
—Estamos en un hospital —pudo Taehyung decir y condujo a Jimin hacia el patio del edificio, donde pudieron reírse a sus anchas en un rincón alejado de las habitaciones—. Minnie, ¿por qué no le das y te das una nueva oportunidad?
—Si tú se la das a Yoongi, puede que lo piense.
—Es muy diferente, no tienes en tu vida a una Chou Tzuyu.
—No, pero existen un Jisung y todas las jóvenes "busca esposo" de la ciudad.
—Nadie es obstáculo para ti, el único obstáculo eres tú mismo.
—En tu caso es lo mismo, antes del incendio Yoongi habló conmigo, ya había terminado con Tzuyu, y me pidió que te dijera que ella ya estaba fuera de su vida.
—Pero ahora... con este incendio, dependerá más de Yoongi, él tendrá que apoyarla.
—Yoongi le salvó la vida, cuenta saldada... Además, ¿y tú sospecha sobre el origen del incendio?
—Te digo que no puedo hablar sin pruebas.
—Tae, no vamos a llegar a ningún entendimiento.
—Tienes razón, Minnie, esto resulta muy complicado y doloroso.
—Sobre todo doloroso.
✧✦✧
Una semana después del gran incendio, los periódicos especulaban que fue premeditado, pero no había pruebas contundentes, mucho menos si había habido algún culpable. Por una parte, comenzaba la demolición de una parte de las ruinas de la Universidad, para poder construirla nuevamente, y por la otra, las adecuaciones en la facultad de Economía estaban terminadas, ya que el daño no era mucho, por eso algunas otras facultades, como Ciencias Políticas, Contabilidad y Arquitectura se mudarían por un tiempo a la facultad de Economía, alumnos de todas esas facultades estaban en el patio de la facultad de Economía escuchando al rector Youngjae.
—Estimados alumnos, sean bienvenidos, trataremos de no entorpecer las labores de cada nivel estudiantil, los de la Universidad seguirán bajo la guía del rector Youngjae y los de la facultad a su servidor. Si existiera algún conflicto lo resolveremos entre los dos, los asesores nos ayudarán para que sea más pasajera esta situación, acudan a ellos si necesitan ayuda, por lo pronto ellos los guiarán a sus nuevas aulas, ¡adelante!
Al principio fue un caos.
—¡Facultad de Arquitectura y Contabilidad de segundo año a la derecha! —se escuchaban a los asesores conducir a los alumnos—. ¡Facultad de Ciencias Políticas, Contabilidad y Medicina de último año, a la izquierda!
En medio de estos recorridos, Jimin se encontró con Minho que guiaba a un grupo a su salón, él le sonrió y Jimin le correspondió, aunque se le congeló la sonrisa cuando notó la mirada inquisidora de Jisung, que se encontraba con el encargado de la biblioteca.
Jimin desvió la mirada para toparse con Jeon Minhyun, con la mirada de rencor por reencontrarse con sus ex compañeros de la Universidad, y para terminar con la cereza del pastel.
—Ahí está él... elegante, carismático, con una personalidad arrebatadora apesar del brazo enyesado —Jimin supuso que Jungkook le sonreiría y empezó a meditar cuál sería su respuesta, si él le sonreía como agradecimiento a su valor, tal vez él pensaría que estaba dando su brazo a torcer, si se portaba indiferente, tal vez él pensaría que era un malagradecido y... Jungkook no sonríe.
Jimin lleno de asombro observó como Jungkook lo miró sin externar sentimiento alguno y después, se dirigió a saludar a Jisung "muy sonriente". Esto lo decía todo, la locura de amarlo se le había acabado al señor Jeon.
—Jungkook — dijo Jisung entre dientes—. ¿Qué estás haciendo?
—Cambiando de táctica, una táctica muy fría.
—¿Y tu brazo cómo sigue?
—Necesito ayuda, no puedo hacer muchas cosas, entre ellas el escribir mis anotaciones.
—¿Quieres que te ayude?
—No quiero distraerte de tus deberes que ahora se complican, al tener que manejar los mismos libros para cuatro facultades a la vez.
—Quizás no te ayude todo el tiempo, pero el encargado de esta biblioteca es un buen amigo mío, y nos ayudará.
—Gracias... ¿Y cómo siguen las cosas con Minho?
—"Estancadas", por un momento pensé que se había fijado en mí como persona, después llega tu "noviecito" y lo descompone todo.
—De verdad ya no sé que hacer, yo... he hecho todo por acercarme a Jimin, le he pedido perdón de todas las formas y todavía no soy merecedor de él... tal vez, debamos resignarnos de que tú y yo hemos perdido.
El grupo de Jimin esperaba a que un asesor los condujera a su nuevo salón, cuando se acercó el señor Namjoon.
—Joven Park, necesito pedirle un gran favor —empezó a hablar entre apenado y apurado—. Como ya sabe, las familias que apoyan económicamente tanto a la facultad como a la Universidad están presionando a los rectores, y los rectores nos presionan a nosotros.
—¿Qué sucede señor Namjoon? Me está poniendo nervioso.
—Bien, un alumno distinguido de la Universidad resultó lesionado en el incendio.
A Jimin no le gustó como empezaba ese asunto.
—Durante un mes y medio estará imposibilitado del brazo derecho y...
—¿Se está refiriendo a Jeon Jungkook?
—Sí, y como es un conocido suyo, pensamos que...
—Se equivoca, el señor Jeon y yo hemos terminado relaciones desde hace tiempo. ¿Por qué no escoge a otra persona?
—Tenemos instrucciones de que sea usted o nos retirarán cierto apoyo económico y lo necesitamos más que nunca.
—Señor Namjoon, lo que usted me dice no es ético. ¿Dónde está el orgullo y la dignidad de sus rectores?
—Se lo han comido, por favor joven Park, tómelo como una experiencia única, no cualquier estudiante principiante tiene permitido presenciar las clases de la Universidad, tal vez hasta aprenda cosas más provechosas que en su grupo, "el de los caracoles" —enfatizó esto último con un poco de vergüenza—. Le aseguro que se le recompensará enormemente... —tomó aire ruidosamente—. Yo personalmente me encargaré de ponerlo al corriente para los exámenes. ¿Contamos con usted?
—Yo, bueno...
—Sabía que no nos podía fallar, gracias, gracias, gracias, mañana mismo empezará, sígame, le enseñaré "su nuevo salón".
Jimin no tuvo más opción que seguir a un nervioso profesor.
—¡Señor Jeon! Quisiera presentarle a la persona que estará apoyándolo en este difícil trance por su salud, creo que ya lo conoce, el joven Park... los dejaré solos, permiso —y antes de que Jimin o Jungkook pudieran pronunciar palabra, se retiró.
Un silencio incómodo reinó entre ellos, hasta que Jimin decidió hablar.
—Muy bien señor Jeon, lo felicito, logró lo que quería.
—¿Y qué se supone que quería, joven Park? —habló seriamente, sin mirarlo a los ojos.
—El que fuera su ayudante, durante el tiempo que no pueda usar su mano.
—Se equivoca joven Park, no fue idea mía.
—¿No?
—No, he comprendido que a usted no le interesa tener ninguna relación conmigo, por lo tanto, ¿por qué lo obligaría a permanecer a mi lado?
Jimin no supo que contestar.
—Aclarado el asunto, le espero en este salón mañana en la mañana, sea puntual, no quisiera perderme de ningún detalle de las clases, no soy de buena memoria.
Jungkook dio media vuelta y se alejó dejando a Jimin seriamente confundido.
✧✦✧
Por la tarde de ese mismo día, Jimin visitó a la señora Choi, la madre de Soobin.
—¡Jimin, querido! Pasa, te estábamos esperando.
—Traigo a mis ayudantes.
—¡Que pasen, que pasen!
La señora Choi condujo a Jimin y a sus empleados a su gran comedor, donde aguardaba media docena de señoras encopetadas y hambrientas, Jimin les llevaba una degustación como prueba de la habilidad del "chef internacional".
—¡Exquisito, exquisito! Dígale al chef... Perdón, ¿cuál es su nombre?
—Su... nombre... Huening Kai.
—Dígale al chef Kai que está contratado, ahora pasemos a la oficina para hacer el contrato y darle el anticipo.
—Sí señora Choi.
—Usted será el responsable de que el Chef Kai esté a tiempo para la boda, ¿verdad?
—Por supuesto, cuente con ello.
Jimin y sus empleados salieron de la casa Choi, nerviosos pero satisfechos.
—Muchachas, ya lo escucharon, hicieron un trabajo estupendo.
—Sólo bajo su mando, señorita —le dijo Momo.
—Pero esto es solo una prueba, el verdadero desafío será la boda.
—¿Y cómo va a presentar a un chef que no existe? —preguntó muy observadora Momo.
—No lo sé, pero hablaré con Jimin, él es experto en salir de líos.
✧✦✧
Muchos días después, Jimin aguardaba en la sala de visitas para ver a Taehyung, cuando vio pasar a tres enfermeras acicalándose y revisando si no tenían arrugas en su falda, traían un carrito con unas mantas dobladas, toallas y un equipo para cortar el cabello, se detuvieron un instante al parecer se echaban algo a la suerte, la ganadora empujó el carrito hacia las habitaciones, mientras las otras dos aguardaron en el pasillo.
Pasaron diez minutos y la enfermera ganadora regresó con el carrito toda llorosa, las otras enfermeras inmediatamente fueron a preguntarle lo que había ocurrido, por toda respuesta, ella extendió una de las mantas donde se podría leer hasta la salida del hospital escrito con tinta china... Taehyung.
Jimin sonrió suavemente y lo comprendió todo, Yoongi no quería a ninguna enfermera, sólo quería a un doctor en especial, y lo quería para él solo.
En esos momentos, el solicitado doctor apareció, y las indignadas enfermeras le entregaron a Taehyung la manta y el carrito y se fueron con la nariz muy en alto.
—¿Y eso qué fue? —preguntó al aire.
—Lo que tú "actorcito" las hace hacer por ti.
—No lo llames así.
—Desde que empezó a emitir sonido, él me dice "tímido", "ratoncillo" o "ratoncillo tímido".
—No sabes cuanto ha progresado, dentro de un par de semanas le darán de alta.
—¿Y qué pasará entonces?
El entusiasmo de Taehyung se apagó.
—Será un hecho de que regresará a Australia, a reunirse con la compañía teatral... y con Tzuyu.
—¿Y qué pasó con esa mujer?
—Fueron días terribles, su madre llegó diciendo pestes de Yoongi y... sobre todo de mí.
—Que mujer tan odiosa.
—Insistía en el deber de Yoongi de permanecer con Tzuyu toda su vida... finalmente el señor Park Jinyoung, director de la compañía teatral, le ofreció pagar sus gastos hospitalarios y la invitó a regresar a Australia con ellos.
—¿Regresó a Australia? —preguntó interesado—. ¿Quieres decir que desistió todo el asunto con Yoongi?
—No... lo último que dijo fue que, si él era un caballero, regresaría con Tzuyu recién le dieran de alta a cumplir con su promesa.
—Mujer ilusa.
—¿Quieres pasar a saludar a Yoonie?
—Primero te quiero pedir un favor —le dijo bajando la mirada.
—¿Qué sucede Jim?
Jimin le contó sobre la señora Choi, el banquete para la boda y de su imaginario Chef internacional.
—Vaya —le dijo cuando terminó de escuchar a Jimin—. Cada día me superas más.
—Tae, ¿me podrás ayudar?
—Pues verás, resulta que en este hospital se encuentra la persona que podría hacerse pasar por chef perfectamente, es un actor profesional —terminó con una amplia sonrisa.
—¿Yoongi?
—¿Y quién más? ¿Vamos a hablar con él? —y como niño travieso, tomó a un asustadizo Jimin de la mano y lo jaló hacia el cuarto de Yoongi.
✧✦✧
A la mañana siguiente, Jimin no podía controlar a sus piernas nerviosas, no supo como es que llegó al salón de Jungkook, tomó asiento a su lado, lo saludó brevemente sin mirarlo a los ojos, tomó su cuaderno y pluma fuente y puso toda su atención a lo que debía escribir, aunque Jungkook se dedicó a hacérselo más difícil.
—Escribe también lo que está en el pizarrón —se lo dijo acercándose a susurrarle al oído.
A Jimin se le ponía la piel de gallina cada vez que hacía eso, podía sentir su aliento acariciar su oreja y embriagarse con su aroma de madera de cedro; y se hubiera desmayado si supiera por lo que pasaba en la mente de Jungkook en ese momento.
—Es como estar en la gloria y el infierno al mismo tiempo —pensaba Jungkook, tratando decontrolar sus sentimientos—. Aspirar su aroma de avellanas, sentir su calor, me está volviendo loco, que bueno que él está escribiendo todo, no entiendo nada de lo que dice el profesor.
Y así, entre sutiles excusas para rozar su piel, el hablar susurrando para acercársele, pasaron tres semanas.
—Terminó la clase, jóvenes, nos vemos el próximo lunes, buen fin de semana —les indicó el profesor y todos los alumnos se dispusieron a salir.
—Joven Park, lo espero en mi casa para hacer la acostumbrada revisión de los apuntes y pasarlos en limpio.
—Sí... ¡No!
—¿No?
—No puedo, tengo un compromiso... tal vez el domingo.
—¿Un compromiso?... ¿Quizás una cita? —el ponerse celoso era una condición que últimamente no lo abandonaba.
—Eso no le incumbe señor Jeon.
—Sí lo es, ya que está perjudicando que esté al corriente con mis anotaciones.
—No es para tanto, ya le dije que lo haremos el domingo.
—No me quedará tiempo para estudiar, ni resolver los problemas que nos dejó el profesor.
—Le dejaré las anotaciones.
Jungkook miró las notas de Jimin e hizo un puchero.
—No entiendo su letra.
Park abrió la boca ante la excusa que había inventado Jungkook.
—Si lo acompaño a su cita, podremos ir adelantando algo.
—¿Acompañarme a la boda?
—¿Cuál boda? —un montón de bobadas pasaron por la mente de Jungkook: ¿Quién se casa? ¿Jimin se casa? ¿Con quién? ¿Con Minho?
—Para su información, señor Jeon, es un trabajo importante que tengo que cumplir —dijo orgulloso, alzando la nariz.
—¿Trabajo? ¿Tu primer trabajo? ¡Wow! ¡Esto no me lo puedo perder!
—¡No lo estoy invitando!
—No será necesario, con preguntar quién de la alta sociedad se casa este fin de semana, tendré una invitación de inmediato, si es que no ha llegado ya a la mansión Jeon o a mi departamento.
—Es en vano que le diga que no me siga, ¿verdad? —le dijo resignado.
Por toda respuesta, le guiñó el ojo y salió del salón.
✧✦✧
La cocina del hotel en donde se celebraría la recepción de la boda, hervía en movimiento, bajo la supervisión de Jimin se elaboraba un menú francés que él previamente aprendió a preparar, recordando platillos que había probado en sus viajes a Francia.
—Le falta un poquito de más espárragos a esta ensalada, Hwasa.
Jungkook lo observaba desde un rincón para no entorpecer el flujo del ir y venir de empleados, con un orgullo que no le cabía en el pecho.
—Es un líder nato.
—¡Ya llegó el Chef! —anunció Momo.
—¿El Chef? ¿Qué no está cocinando usted, joven Park? —preguntó intrigado, y más se quedó intrigado al observar a un peculiar personaje entrar junto con Taehyung.
—Es algo largo de contar, Jungkook —y se acercó a recibir a los recién llegados.
El hombre que acompañaba a Tae era alto, delgado, con un bigote mosquetero, y traía puesto el tradicional sombrero de Chef de alcurnia, una bata de chef inmaculadamente blanca, que sería pecado si se manchaba de tomate, pero sus ojos...
—Sus ojos me recuerdan a alguien... —Jungkook se acercó al peculiar personaje quien bajó la mirada.
Cuando estuvo a unos pasos de cerca el hombre alzó la mirada.
—Bonsoir... Monsieur —dijo roncamente, casi en un susurro.
—¿Yoongi? —dijo azotado—. ¿¡Min Yoongi!?
—¡Shhh! No grites, no echarás todo a perder.
—¿De qué se trata todo esto?
—¡Ahh! Jimin, ¿tú lo invitaste?
—No, él vino solito —le dijo mientras corría acomprobar la temperatura del horno.
—¡Está bien! —dijo alzando los brazos—. Te lo explico rápidamente.
Taehyung lo puso al corriente en un santiamén.
—Así que le vamos hacer creer a la señora Choi y a sus invitados que esto lo cocinó un Chef francés.
—Si.
—Yoongi es la fachada.
—Si.
—¿Y el reconocimiento a Jimin qué? ¿Él se está matando aquí en la cocina para que quede bien un personaje ficticio?
—A mí no me interesa el reconocimiento, sino la ganancia —le dijo cuando pasó de largo para recibir al panadero que llegaba en ese instante.
—No me parece justo.
—A mí tampoco, pero hagámoslo por nuestro Jim, ¿de acuerdo? —preguntó para mantener el espíritu justiciero de Jungkook un rato—. Solo tengo un pequeño problema.
—¿Qué? —preguntaron asustados Jimin, Jungkook y hasta el ronco de Yoongi.
—No se me da mucho el francés, quizás no me crean que soy su intérprete.
—Pero Jungkook sabe hablarlo muy bien —anunció Jimin, que por un momento se olvidó de llamarlo por su nombre completo.
—¡Chismoso! —lo regañó provocando una risa sofocada por parte de Yoongi, que Taehyung tuvo temor de que se ahogara.
—Por favor Jungkook, ayúdanos en esto —suplicaba Taehyung.
—¿Tú crees que no reconocerán al gran Min Yoongi?
—¡Idiota! —dijo roncamente Yoongi.
—¡Imbécil! —respondió Jungkook.
—Por favor muchachos no peleen, háganlo por los viejos tiempos —les pidió Tae.
—Está bien, seré su traductor, espero que su francés sea aceptable.
—¡Idiot!
—¡Imbécile!
—¡Calma! —pidió Jimin—. Yoon, por favor ponte esta bufanda, afortunadamente le dije a la señora Choi que el viaje te había afectado un poco y que estás resfriado, con eso justificamos tu ronquera.
Yoongi hizo una teatral reverencia y dejó que Jimin le colocara la bufanda, después se dirigió a Taehyung.
—Bientot... —le dijo tomando sus manos y pegándoselas a su pecho—. Mon amour.
Taehyung casi se derrite en ese piso de cocina, y junto con Jimin vieron desaparecer por la puerta al comedor a Jungkook y Yoongi.
—Como en los viejos tiempos —musitó Jimin.
✧✦✧
Después de unos cuantos minutos, Taehyung regresó algo molesto del comedor.
—¿Qué pasa Tae? ¿Algo va mal?
—¡No que va! ¡Todo está de maravilla! —dijo más que molesto.
—Entonces, ¿por qué estás molesto?
—Nuestros queridos "amorcitos" tienen a todas las chicas y hasta las ya casadas "encantadas" —dijo esta última palabra con cara de fastidio.
Jimin no comprendía muy bien a qué se refería Taehyung y decidió asomarse a investigar un poco, una rubia colgaba del brazo de Yoongi y una pelirroja del brazo bueno de Jungkook.
—¡Y ellos encantados de la vida!
—Y bien. ¿Qué te parece, Minnie?
—Que mejor voy a preparar el postre, antes de que le clave el cuchillo a ese traductor.
—Yo voy a lavar los platos, "necesito fregar platos" —segundó Tae.
La fiesta terminó, y en el comedor ya vacío, la señora Choi se deshacía en elogios hacia el Chef francés.
—¡Mis amigas quedaron encantadas!
—Supongo que sí.
—Ellas se encargarán de recomendarlo por toda la ciudad.
—Se lo agradezco.
—Y a ti, por ser un joven tan responsable,cumpliste con lo prometido.
—Gracias señora Choi.
—¿Ahora que te parece si pago el resto?
—Por supuesto, señora Choi.
Mientras Jimin finiquitaba el contrato, Taehyung seguía molesto, y molesto regresó a la cocina, seguido del "Chef".
Jungkook se quedó a una distancia prudente de Jimin y la señora Choi.
Cuando terminaron, la señora Choi se despidió de ambos y se retiró. Meseros, y cocineras se acercaron para recibir su pago, poco a poco se fueron retirando los trabajadores de Jimin y pronto, se quedó él solo con Jungkook, mirándolo con una intensidad que lo inquietaba de sobremanera, se acercó al menor y se atrevió a sentarse a su lado.
—Y... ¿Cómo te fue?
—Creo que bien, para ser la primera vez, aprendí muchas cosas, más que la ganancia monetaria.
—Hace rato me dijiste que lo hacías por el dinero, ahora dices que sólo fue satisfacción personal. ¿Cuánto te quedó de ganancia?
Jimin estaba tan cansado, que no quiso comenzar una pelea con Jungkook y le mostró su libreta de anotaciones, seriamente, Jungkook analizó cada inversión, cada gasto, hasta el mínimo detalle.
—Jim —le dijo mirándolo a los ojos—. Casi no tuviste ganancias, esto no es negocio para ti.
—Lo sé, necesito hacer algunos ajustes, analizarlo mejor, quizás la próxima vez me salga mejor.
—Le voy ayudar joven Park —y se paró para dirigirse a la cocina—. En mis tiempos libres analizaré estos movimientos que realizó, para poder entender donde estuvo las fallas.
Jimin lo siguió sin saber si sentirse halagado o invadido en su intento de ser independiente.
—No está mal —le dijo abriendo la puerta de la cocina y dándole el pase a Jimin—. Sólo se requiere ciertos ajustes —Jimin entró a la cocina y se quedó congelado—. Debido a tu inexperiencia... —Jungkook alzó la mirada de la libreta de Jimin y no pudo creer lo que miraban sus ojos—. ¡Lo está besando!
—Qué romántico.
—¡Yoongi está besando a Taehyung!
—¡Y con que ternura!
—¡Eso no es ternura! ¡No voy a permitir este descaro! —y se dirigió hacia ellos, los cuales no se habían dado cuenta, porque estaban entregados a un profundo beso.
—¡No! —lo detuvo Jimin tomándolo del brazo bueno—. Deja que sean felices, ellos merecen ser felices.
—¿Y nosotros no?
—Bu... Bueno, son cosas distintas, ellos se aman de verdad, y tú... tú nunca me amaste.
—Ya hablaré contigo "otra vez" de lo que acabas de decir, ahora tengo que detener a ese imbécil —y volvió a dirigirse hacia los enamorados.
—¡Dije que no! —lo volvió a jalar del brazo.
—¡Me duele! —le dijo con expresión de profundo dolor.
—Te estoy jalando de tu brazo bueno, no mientas Jungkook.
—No miento, me duele... me duele que pienses que no te amo, que no te amé en el pasado, en los viejos tiempos también lo hice.
Y con su brazo bueno, lo tomó por la cintura, tomando sus labios una vez más.
Jimin quiso gritar, golpearlo, rechazarlo, pero no pudo, su cuerpo lo traicionó al reconocer la calidez de su piel, lo dulce de sus labios, no pudo contenerse y rodeó con sus brazos su cuello, entregándose por primera vez a la urgencia de su beso.
—¡Vaya! —una ronca voz los hizo separarse al instante—. El tímido y el elegante, si que derriten miel —Yoongi abrazó a Taehyung sonriendo de oreja a oreja.
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